Alonso Gamero Reyes: Un concepto vital

A 87 años del natalicio de Alonso Gamero Reyes, los que conformamos la comunidad iutagista debemos sentirnos orgullosos de que la institución lleve el nombre de tan valiosa persona, quien supo transmitir conocimientos científicos y humanísticos, hasta el grado de convertirse en un verdadero revolucionario del saber. Si hoy viviera, esbozaría en su rostro una enorme sonrisa, ante este proyecto de país que adelanta el gobierno nacional, en el que se propone que los estudiantes, desde los primeros niveles, trabajen en función de proyectos de investigación. Más satisfecho estaría, con la integración universidad y comunidad, además de la intención de formar a un estudiante crítico, reflexivo, comprometido con la sociedad y con un alto nivel ético; pero indudablemente, se sentiría frustrado por la ineficiencia gerencial y el burocratismo que aún coexisten en las instituciones educativas nacionales.
Gamero nació en La Vela de Coro el 25 de febrero de 1923. En 1946 se graduó como Profesor de Biología y Química en el Instituto Pedagógico de Caracas; obtuvo un Máster en Ciencias en el área de Zoología en la Universidad de Michigan, en el año 1950 y se tituló Licenciado en Biología en la Universidad Central de Venezuela. Trabajó como docente en la Colonia Sanitaria Infantil de Los Teques; en la Escuela Parroquial San Juan y en el Liceo Fermín Toro de Caracas; dictó cursos de verano en la Estación Biológica de Massachussets. Fue Director de la Escuela de Ciencias de la Facultad de Ingeniería de la UCV y del Laboratorio de Biología del Instituto Pedagógico. En 1960 resultó electo Decano de la Facultad de Ciencias de la U.C.V, durante tres períodos consecutivos.
Por ocho años integró las juntas directivas de la Asociación y de la Fundación Venezolana para el Avance de la Ciencia (Asovac y Fundavac). Igualmente, fue miembro de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, así como co-redactor del Proyecto de Ley de creación del CONICIT. Entre 1968 y 1980 asesoró a la ULA en la creación del Centro y de la Facultad de Ciencias; integró las comisiones organizadoras de la UNA y de la UNEFM (1977). Fungió como asesor del área de Postgrado y del Departamento de Extensión Científica de la Universidad de Carabobo. Produjo el programa “El Reino Animal”, transmitido en RCTV y el programa radial “Así es Venezuela”.
Era aficionado a la pintura y dominaba varios idiomas. Publicó la antología poética (1975-1980) “De Nervio y de Galaxias. Sonetos irregulares y un poema a la muerte anticipada”, en cuya introducción manifiesta: “Un medio ambiente intelectual artificial y deformado, producto de un sistema de educación perverso y muy bien organizado, aleja a la gente de la poesía, de la amistad, del aire, del agua, del suelo y de los sueños y la ubica en módulos concretos, contaminados, extraños y estériles”, demostrando así su visión de lo que debe ser una educación humanista, social y comunitaria.
Gamero se casó dos veces, su primera esposa fue Ana Teresa Salazar, con quien engendró dos varones; mientras que su segundo matrimonio fue con Blanca Heredia, madre de sus otros cuatro hijos.
Sus investigaciones quedaron plasmadas en las publicaciones “Zoología General”, “Guía para Trabajos prácticos de Zoología”, “Imagen de la ciencia”, “Ideas educativas de Simón Rodríguez” y “Simón Rodríguez, maestro clandestino por subversivo”. Por otra parte, su concepción de lo que deben ser las universidades venezolanas está escrita en el documento titulado “Marco de referencia y principios educativos que sustentan el plan de estudios técnico-profesional para carreras cortas y largas”, que presentó como miembro de la Comisión Organizadora de la UNEFM, en el año 1978.
Entre los aportes más significativos sobre la concepción curricular de una nueva institución universitaria se destacan los siguientes, según lo reseñado por el profesor Secundino Urbina (2007) en su libro “Alonso Gamero: A su memoria”:
- “Proponemos para la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda un currículo técnico-profesional para carreras cortas y largas ligado a la productividad, mediante la producción de bienes y la prestación de servicios, siguiendo una metodología docente de trabajo, aprendizaje e investigación. Esta proposición constituye una alternativa válida esperanzadora para los países del tercer mundo y esta estrategia educativa superior cobra singular interés cuando se trata de crear una nueva Universidad que responda a las exigencias de la Nación en materia de recursos humanos y de eficacia docente, creatividad y función social”.
- “Estas nuevas universidades deben estar fuertemente ligadas al proceso productivo, siguiendo cuatro vertientes fundamentales: prestación de servicios, producción de bienes, realización de investigaciones científicas, tecnológicas e industriales y la preparación de estudios y proyectos. Así formaremos técnicos en diferentes niveles y disciplinas profesionales y futuros investigadores.”
- “Creemos firmemente que cada nuevo polo significativo de desarrollo que promueve el Gobierno Nacional debe ser acompañado por una nueva universidad que lo atienda científica, tecno-profesional y culturalmente, para posibilitar la promoción integral del hombre que puebla la región de influencia del polo”.
- “Es evidente la necesidad que tiene el joven venezolano de aprender a trabajar con las manos, pues tradicionalmente se nos forma con mentalidad burguesa y burocrática y no es este el camino más idóneo para alcanzar el desarrollo integral de Venezuela.”
Luego de una intensa y provechosa vida, el 27 de septiembre de 1980 fallece, pero su legado perdurará en la historia académica del país cuando el 08 de octubre de 1980, mediante resolución Nº 347, publicada en Gaceta Oficial Nº 32.086, el Tecnológico de Coro lo convierte en su epónimo y pasa a denominarse Instituto Universitario de Tecnología “Alonso Gamero”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los 43 años de la primera institución universitaria del estado Falcón

EL GABO Y YO: RECORDANDO A GARCÍA MÁRQUEZ