Entradas

Mostrando entradas de abril, 2020

AL RUEDO

Imagen
M i soledad no es femenina, no huele a sangre, tampoco a angustia, no se calma con la luna ni con el placer rejuvenecido de los 20 años. Mi soledad tiene el aroma efervescente de la palabra adulta, del hombre insensato, de la mirada aguerrida. Mi soledad va más allá de la tristeza, huele a rabia, a inconformidad, supera la alegría del 15 y último. No es asalariada, trabaja por cuenta propia y siempre se paga y da el vuelto. Esta soledad que me viste a diario no sigue tendencias, se calza a su ritmo, como le plazca, no obedece órdenes ni tablas de mandamientos. Me supera, me persigna, y me lanza al ruedo para que me corneen.                                                                                                             Ana Cristina Chávez.                                                         27-05-2017.

LA DEL ESPEJO Y LA MÍA

Imagen
                                                        Ana Cristina Chávez Arrieta. La del espejo es solo apariencias, cumplimiento de normas, escuelas católicas, manual de Carreño. La otra, la mía, es rostro agrietado, pisada rebelde, voz insumisa, ceremonia atea, comer con los dedos.  La que conoces, es horario de oficina, ratón de biblioteca,  tarjeta marcada. La prohibida, es analfabeta, no mide tiempos, no acepta controles.  La que me gusta, la que grita quien soy, es erudita en placeres, en deleites nada enciclopédicos. La del espejo es la que construyen a diario en la estación de policía, la estrella ciudadana, la de palabra precisa y llaves del condado.  La otra, la del parto en soledad, es prófuga de la justicia, alerta roja internacional. La académica es clase ejemplar; la oculta, la que habita en mi vientre, escarba en la basura.  Cuando la del reflejo y la mía se encuentran, se deletrean, se dividen en sílabas, enfrentándose a la brevedad de su abec

Religión

Imagen
Para mí no hay más religión que mis manos sedientas, más cruz que mi alma solitaria, más templos que mi cuerpo, más Biblia que mis ideas, más credo que mi éxtasis autoprovocado , más mandamientos que mi consciencia. Y aún así soy una atea empedernida. Ana Cristina Chávez Arrieta. Venezuela.