NINA, A TRAVÉS DE LA LUZ
Ana Cristina Chávez Arrieta Mayo, 2020. E sa mañana, luego de un largo período de encierro, como venía ocurriendo en los últimos treinta años, Nina salió de su apartamento ubicado en una zona comercial de gran prestigio. El soleado día prometía; el cielo despejado y un clima bastante agradable invitaban a los citadinos a disfrutar de su tiempo de libertad. Nina lucía una blusa ligera de color blanco, pantalones de mezclilla ceñidos a su curvilíneo cuerpo, calzados deportivos, lentes de sol, un bolso de cuero marrón cruzado al pecho, unas argollas plateadas pendían de sus orejas y el cabello estaba recogido en un moño, aparentando descuido. Evidentemente vestía un atuendo clásico de esos que no pasan de moda y