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Mostrando entradas de junio, 2010

Calladita me veo más bonita

“Los zapaticos me aprietan, las medias me dan calor y el beso que me dio mi madre, lo llevo en el corazón”. No, este no fue el poema que recité en un acto del preescolar, tampoco fue el texto que escribí en una tarjeta que le obsequié a mi mamá en su día. Nada de eso. Esta conocida y mil veces repetida décima infantil, de ahora en adelante se convertirá en mi lema de vida. Efectivamente, así como lo leen, cual muñequita de porcelana china –o wayuu, que va mejor con mi fenotipo- vestida de seda color rosa, con moñitos en la cabeza y unos lazos gigantes, me dedicaré sólo a mostrar mi blanca dentadura adornada con mis mejillas sonrosadas y boquita rojo carmesí, para permanecer como adorno de vitrina: absolutamente enmudecida, maravillosamente hermosa y eso sí, muy bien comportada, discreta y modosita, como niña de buena familia. Y es que en pleno siglo XXI parece que algunas personas de mente estrecha aún consideran que un individuo con criterios propios e ideales, se convierte en u

¡Goooool!

(A “El Chino Vidal”, desde siempre) Comienza otro Mundial de Fútbol y aquí estoy yo, contando los días para sentarme frente al televisor y disfrutar de mi dosis de hormonas masculinas, de las cuales –sin pudor alguno- me gusta embriagarme hasta la saciedad puntualmente cada cuatro años. Esas jornadas futbolísticas, de las que resulta imposible huir por la amplia cobertura mediática, se convierten en un placer de los dioses para las féminas que gozamos del romance y la pasión de pareja. No, aún no me he vuelto loca. Es que el fútbol, como lo afirma Vidal Chávez López en su poema “Gol decisivo”, es lo más cercano a una relación amorosa, y si no me creen, compruébenlo por sí mismos: Amiga mía, tu eterna imagen, la transparencia de tu cuerpo, es el encuentro con las claves cifradas de tu juego. Estoy cansado de ser sólo un hincha, el outsider de la barra brava que se conforma con lanzar al corner la verdad secreta del balón oculto de tu belleza. Algún día, ante el delirio