LA INEVITABLE AUSENCIA
Ana Cristina Chávez A.
Aunque convive a diario con nosotros, nunca
estamos lo suficientemente preparados para recibirla o aceptarla, pero es ley
de vida, esa que se cumple inevitablemente a pesar de pretender violarla o
ignorarla. La muerte es una mariposa negra que se posa en el seno de la familia
o un ave liberada de prisión, que se torna sorpresiva o a veces necesaria,
ansiada.
Con relación a esto, Frida Kahlo, pintora mexicana (1907-1954) que desde muy joven tuvo que convivir con la muerte de su propio cuerpo, riéndose de ella pero también temiéndole, producto de todas las dolencias físicas que padeció, escribió en su diario: “Los cambios y la lucha nos desconciertan, nos aterran por constantes y por ciertos, buscamos la calma y la paz porque nos anticipamos a la muerte que morimos cada segundo.” En el último pasaje de su libro-confesionario-lienzo plasmó lo siguiente: “Espero alegre la salida y espero no volver jamás”, una suerte de frase premonitoria mientras le daban de alta en el hospital luego de sufrir una fuerte recaída de salud, consciente que la señora muerte la visitaría en cualquier momento. Por tal razón, y ante una realidad imposible de eludir, la premisa debe ser no olvidar lo bien amado, así como vivir para que no nos olviden.
¡Nos seguimos leyendo!
@AnaChavez_
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