LA DEL ESPEJO Y LA MÍA
Ana Cristina Chávez Arrieta.
La
del espejo es solo apariencias, cumplimiento de normas, escuelas católicas,
manual de Carreño. La otra, la mía, es rostro agrietado, pisada rebelde, voz
insumisa, ceremonia atea, comer con los dedos.
La que conoces, es horario de
oficina, ratón de biblioteca, tarjeta marcada. La
prohibida, es analfabeta, no mide tiempos, no acepta controles.
La que me
gusta, la que grita quien soy, es erudita en placeres, en deleites nada
enciclopédicos. La del espejo es la que construyen a diario en la estación de
policía, la estrella ciudadana, la de palabra precisa y llaves del condado.
La
otra, la del parto en soledad, es prófuga de la justicia, alerta roja
internacional. La académica es clase ejemplar; la oculta, la que habita en
mi vientre, escarba en la basura.
Cuando la del reflejo y la mía se encuentran,
se deletrean, se dividen en sílabas, enfrentándose a la brevedad de su
abecedario existencial: dos golpes de voz, un
palíndromo reflejo de sí mismo, inicio y fin del espejo, celebración y agonía
de la vida/muerte, cuervo y gorrión, suerte alada del universo que las
constriñe al ciclo eterno de la mínima frase: Ana.
Ilustración: Henn Kim (Corea del Sur)
buenísimo...
ResponderEliminar