Al final

El día de mi muerte vístanse de fiesta,
pinten sus rostros de colores y sus corazones de flores.
Recen por el desvalido, por el que ha vivido,
y no por el fallecido.
Llenen mi tumba de poemas, escritos y canciones;
flores multicolores y recuerdos de mil amores.
No me lloren, ríanme, cántenme, recítenme.
Recuérdenme por lo bueno, por lo malo y por lo indescifrable
Si nunca me quisieron no importa,
yo sí los quise;
más de lo que imaginan.
Quise la verdad, la belleza, la honestidad,
la lealtad y la justicia.
Quise al niño, al anciano, al mar,
al sol y a la montaña.
Quise amarme para poder amarlos,
y errar, para que ustedes no se equivocaran.
Callar mis tristezas y reír cuando mi alma explotara de alegría.
Cuando muera, vístanme de colores,
vístanse de fiesta y celebren la vida.
Es lo único que importa.

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