Destrozado,
desgarrado,
azotado,
desamparado,
desvencijado,
enjaulado,
desgraciado,
maltratado,
azorado,
asustado,
agrietado,
arrinconado; quedó.
Apuñalado,
asesinado, falleció.
El pobre,
qué lástima.
Como Ave Fénix
renace entre las cenizas;
renueva sus alas,
cicatriza sus heridas,
lesiones,
del fuego en que ardió.
Sin cirugías,
sin anestesia,
sin sorpresas,
revivió, creció, se fortaleció,
olvidando el pasado, mirando el presente,
Está.
Así, sin más.
Parece acostumbrado a regresar a la vida,
mi herido corazón.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los 43 años de la primera institución universitaria del estado Falcón

Alonso Gamero Reyes: Un concepto vital

CAMILO Y LOS VUELALIBROS