Que me disculpen los miembros del Opus Dei,
las monjas del colegio,
los curas de parroquia,
las Siervas de María,
la estampita de San José,
el rosario de la abuela,
y hasta las cacatúas enmantilladas de la Iglesia.
Que me disculpen todos.
Aunque digan que es pecado,
sacrilegio,
condena a muerte,
que me quemaré en la quinta paila del infierno,
que Dios no me perdonará,
y que me convertiré en un alma en pena;
escaparé de este exorcismo
para seguir por los siglos de los siglos
con el demonio de tu cuerpo dentro.
las monjas del colegio,
los curas de parroquia,
las Siervas de María,
la estampita de San José,
el rosario de la abuela,
y hasta las cacatúas enmantilladas de la Iglesia.
Que me disculpen todos.
Aunque digan que es pecado,
sacrilegio,
condena a muerte,
que me quemaré en la quinta paila del infierno,
que Dios no me perdonará,
y que me convertiré en un alma en pena;
escaparé de este exorcismo
para seguir por los siglos de los siglos
con el demonio de tu cuerpo dentro.
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