Hombre al acecho
Robert Doisneau (Francia 1912-1994).
Autorretrato.
“Nunca me he
preguntado por qué tomase fotos. En realidad, la mía es una batalla desesperada
contra la idea de que todos estamos destinados a desaparecer. Estoy decidido a
impedir el paso del tiempo. Es pura locura”.
Robert Doisneau.
El
hombre camina y mira como buscándose a sí mismo,
suerte
de espía del horizonte tornasol,
ave
de rapiña tras la presa al vuelo,
cazador
furtivo de la imagen,
observa
a su víctima, calcula y dispara.
El hombre
camina y mira como buscando al otro,
la
sonrisa del niño azul,
el
rostro surcado por los rieles de los años.
Observa
y siente, sabe que palpita más allá de su mirada.
El hombre
espera, sabe esperar
el
instante en sus ojos cristalinos
reflejos
de toda la perfección del mundo.
Corsario
del océano de las mariposas,
bandada
de bueyes, graznido de hormiga,
claroscuro,
cóncavo y convexo.
El hombre
espera, sabe esperar
el
silencio de la hoja cayendo,
del
campo en flor,
del huérfano
llanto de un seno.
Noche
luminosa en sus manos,
bulliciosa
tarde ambarina, retrato azaroso.
El hombre
busca y se mira,
sabiéndose
eco ancestral,
dueño
absoluto de la eterna longevidad.
Ana Cristina Chávez. 2020.
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